Recibió varios disparos de un fan, que horas antes le había pedido un autógrafo, en la puerta de su departamento.
Se cumplen 40 años del asesinato a John Lennon, considerado como uno de los mejores músicos de la historia, a manos de un fanático llamado Mark Chapman, en la puerta del hotel Dakota, que horas antes le había pedido un autógrafo.

El 8 de diciembre de 1980, a las 22.50, Chapman le disparó en cinco oportunidades con un revólver calibre 38. El exBeatle subió algunos escalones hacia el área de seguridad de su departamento, dijo: «me dispararon», y se desplomó. Fue rápidamente trasladado al St. Luke’s-Roosevelt Hospital Center, pero llegó sin vida debido a que había perdido cerca del 80% de su volumen sanguíneo.

Si bien Lennon ya era considerado como una leyenda vivía, tanto por haber conformado junto a Paul McCartney la sociedad compositiva más importante de la música popular contemporánea, como por simbolizar una verdadera revolución cultural, el fatal desenlace lo convirtió en el mito más grande del espectáculo moderno.
Chapman, de 25 años por ese entonces, se convirtió en uno de los asesinos más famosos del mundo. En el juicio se declaró culpable y fue condenado a prisión perpetua. Actualmente tiene 65 años y hace poco declaró que «fue un acto extremadamente egoísta» por el que cree que merece la pena de muerte.

El hombre aseguró que mató a Lennon para su «gloria personal» y agregó que piensa en el crimen «todo el tiempo». Después de disculparse, el homicida explicó: «Lo asesiné porque era muy famoso. Esa es la única razón. Él era famoso y yo estaba buscando mi gloria personal de manera muy egoísta. Lamento el dolor que le causé a ella (refiriéndose a Ono)».
El lugar de su asesinato se convirtió en un destino turístico para muchos fanáticos, que visitan tanto el hotel Dakota como el Central Park donde hay un lugar dedicado al músico con la frase de su tema más conocido Imagine.