El Ministro le pidió la renuncia a Gonzalo Calvo, quien era el secretario de Articulación de Políticas Sociales. El Gobierno dio marcha atrás con la polémica adquisición y dijo que realizará una nueva.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, pidió ayer la renuncia del funcionario encargado de la compra de alimentos para comedores que cerró una transacción a precios superiores a los de referencia.
Gonzalo Calvo fue principal responsable, porque fue él quien autorizó la compra de azúcar y aceite a valores por encima de los «precios testigos» fijados por la Sigen, se informó oficialmente.
Junto a él también renunciaron todos los funcionarios que dependen de su secretaría, completando un total de quince renuncias, en lo que representa una fuerte señal dentro del Gobierno al escándalo desatado, tras la firme advertencia del Presidente de que no «apañaría corruptos» en su gobierno.

Por su parte el presidente Alberto Fernández afirmó en una entrevista televisiva ayer por la noche que dio la orden de «no efectivizar ninguna compra de alimentos que no respete los precios máximos» estipulados en marzo para 2300 productos esenciales en el marco de la cuarentena obligatoria decretada para frenar el avance del coronavirus Covid19 en el país.
Fernández aseguró que cree «en la honestidad» de Daniel Arroyo y anticipó que el ministro de Desarrollo Social ya «dispuso abrir una investigación para ver qué pasó» en su cartera.
Mientras se buscan los detalles de lo ocurrido, el Presidente ratificó que «no se va a pagar» la compra de alimentos para el sector popular que hizo el Ministerio de Desarrollo Social, «y si alguno quiso hacer lo que no debía hacer, que se haga cargo«, sentenció.
«Esto no va a pasar, yo no voy a permitir que se pague lo que no se tiene que pagar«, aseguró el Presidente.
El Gobierno retrotrajo los precios de la mayoría de los productos esenciales a los valores que tenían el 6 de marzo, fecha en que se consideró que la pandemia de coronavirus aún no había fogoneado el acopio en el público, ni el aumento abusivo en los distribuidores y comerciantes.