El presidente brasileño volvió a dominar la escena política y la discusión judicial en el país mientras gobernadores e intendentes debaten medidas a la espera del pico de la pandemia.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, presentó ayer como propios tres análisis con resultado negativo de Coronavirus ante la máxima corte del país y pidió a la población que deje de «hibernar» y salga de las cuarentenas que impusieron los gobernadores para evitar «morir de hambre dentro de las casas».

En este contexto, Brasil sumó 749 nuevas muertes y 11.385 nuevos infectados en las últimas 24 horas, lo que elevó el total a 13.149 fallecidos y 188.974 enfermos, según el Ministerio de Salud, que volvió a ubicar al estado de San Pablo como el epicentro del brote con más de 51.000 contagiados y de 4.100 víctimas fatales.
Mientras tanto, el Gobierno revisó sus proyecciones económicas y estimó que 2020 cerrará con una caída de 4,7% del producto bruto interno (PBI) y el dólar a 5,90 reales, un récord histórico que refleja una devaluación que en lo que va del año alcanza a 47,6%.

«Hay millones de personas que no pueden trabajar en Brasil, el que puede que se quede, pero hay gente con cuatro hijos muertos de hambre, con la heladera vacía, es inhumano, hay que trabajar, no podemos quedarnos hibernando en casa«, afirmó Bolsonaro. «El que no quiera trabajar que se quede en casa, mierda; que se quede en casa y punto final», dijo Bolsonaro al hablar en la puerta del Palacio de la Alvorada ante militantes de un movimiento llamado Brasil 300 que acampa en Brasilia y fue definido como una milicia civil para defender al gobierno.