Juan Cais es fanático de Gimnasia y colecciona casacas usadas por jugadores. AgenciaDLC habló con él, quién aseguró tener cerca de 300 en su armario.
Oro en tela. Eso tiene Juan Cais en su armario. Cerca de 300 camisetas usadas por jugadores de su amado Club: Gimnasia.
Fanático del Lobo, de chico tenía en su haber varias camisetas del albiazul que se fue comprando, pero recuerda que desde hace diez años, se obsesionó con el modelo suplente marca Puma que usó el equipo en 2008.
Ahí comenzó su locura. “Es mi preferida. Me gustan más las camisetas suplentes que las titulares. Intentando conseguirla, preguntando a uno y otro, tenían otros modelos y la compraba o cambiaba. Y así empecé, no conseguía la que quería pero iba consiguiendo cada vez más y ya se empezó a volver una adicción», reconoce Juan.

Y en el momento que logró conseguír la tan deseada, sin darse cuenta, ya tenía muchas camisetas. En ese momento, quiso tener todas.
“Aproximadamente debo tener casi 300 camisetas más o menos. A veces como tengo algunas que las cambio, consigo otra, a veces las cuento pero voy perdiendo la cuenta porque cambio una, consigo otra, cambio dos, consigo dos, cambio tres consigo cuatro, entonces más o menos ahí voy sumando”, afirmó el hincha del Lobo.
Cuando arrancó con su colección, el objetivo de Juan era llegar a las 100 camisetas. Y llegó, pero no se conformó y siguió en busca de más. “Trato de conseguir camisetas distintas a las que tengo o camisetas que me gustan mucho, un modelo que me gusta”. Ya no tiene un objetivo en cuanto a cantidad de camisetas porque “si encuentro o me ofrecen una camiseta que no la tengo o que la tengo pero tiene algo distinto, como puede ser una publicidad o el numero distinto, o cosas raras, trato de comprarla o de cambiarla y tenerla” sostiene el “tripero”.

Párrafo aparte para la esposa de Juan que apoya esta “locura” de su marido, que equivale un gasto importante de dinero para comprar esas camisetas que le faltan a Juan. En ese sentido, el coleccionista aclara “que siempre digo que a mi mujer hay que hacerle un monumento porque si no fuera por ella no tendría ninguna camiseta porque te tiene que bancar esta situación de estar gastando tanta plata en camisetas. Si bien es un hobbie sano, es bastante caro, porque me ofrecen muchísimas camisetas, pero cuando se trata de que no tengo, medio como que se me traba la cabeza”.
Entre tantas camisetas albiazules, Juan tiene varias significativas que en ningún momento se le cruzó por la cabeza cambiar por otro modelo. En su armario tiene unas cuantas de su máximo ídolo: Guillermo Barros Schelotto; como así también la de José María “Chaucha” Bianco que usó el 30 de enero de 1994 cuando Gimnasia se consagró campeón de la Copa Centenario tras ganarle a River por 3 a 1.

Y entre esas tan valiosas hay dos especiales. Una es la que usó Diego Armando Maradona en un partido a beneficio de la Cruz Roja en el Estadio Juan Carmelo Zerillo. Juan estaba en busca del modelo pero algunos allegados a él, le habían comentado que una persona tenía la que usó el ex técnico de Gimnasia. Luego de tanto insistir, el dueño de la camiseta aceptó venderla.
“Lo loco de esto es que fue menos de un mes antes que Maradona venga a Gimnasia. Parecía imposible. Cuando vino a traerme la camiseta, vino acompañado de otra pesona y dio la casualidad que esa persona era la pareja de una amiga que había estudiado conmigo. Tiempo después me lo encuentro en la cancha en el partido que Gimnasia jugó ante Racing que debutó Maradona como nuestro técnico. Y cuando me encuentró ahí en el medio de la hinchada me dijo ‘vos si que sos un tipo suertudo’. Pero la verdad que la camiseta del Diego fue una cosa maravillosa”.
La otra camiseta especial que Juan guarda con mucho cariño, es una blanca con rombos azules. Entre tantos ofrecimientos que recibe a diario, lo llamó un vecino para ofrecerle de regalo dicha camiseta, la cual había utilizado su hijo -de apellido Calvo- por su paso por el Lobo, quién había fallecido tempo atrás. ”Para mí es muy significativa. Tiene el numero 6. La verdad que esos gestos te emocionan porque son cosas que no se pueden creer”, aseguró el coleccionista quien dejó en claro que no la cambiaría “por nada”.
Con casi 300 camisetas, Juan no se conforma y quiere más. Tiene una Hummel color verde que nunca se usó; otra que le regaló Daniel Bayo que fue la primera que usó Gimnasia con publicidad. También consiguió la tercera camiseta que vistió el Lobo en su gira por Corea en los años ’80; entre tantas otras. Pero aún le faltan, según sus pretensiones. Una de las que le falta es la del Carlos Fernando Navarro Montoya. “Me gustaría tener una camiseta de Navarro Montoya. Me volvió loco cuando atajó en Gimnasia, una bestia, un animal. Sé que hay un ex jugador que la tiene pero no la quiere largar”.

En su perfil de Facebook -Basurero eterno camisetas del Lobo-, para aquellos interesados, se pueden ver las distintas remeras que Juan tiene en su colección como así también los modelos que ofrece a cambio de otras que aún no tenga.
Su ganas por sumar la mayor cantidad de camisetas posibles, parece no tener fin. Asegura no tener un objetivo en cuanto a número pero su pasión por Gimnasia puede más que su bolsillo. Y aprovecha cada momento para seguir buscando. Y por seguir sumando, tuvo que refaccionar su casa y construir una pieza donde montó un armario exclusivamente para guardar sus tesoros más preciados.
Juan, en su armario, tiene historia, goles, atajadas, recuerdos. Juan, en su armario, tiene oro en tela.